4.2. La respuesta americana al desafío soviético
El presidente Jimmy Carter (1976-1980) frenó las intervenciones de los EEUU en los países del Tercer Mundo. Tratando de huir de los peligros de un nuevo Vietnam, procuró mejorar la imagen internacional de EEUU y promovió una defensa más activa de los derechos humanos en el mundo.
Carter no pudo impedir el triunfo de la revolución islámica en Irán en enero de 1979. El acceso de Jomeiniy los clérigos chiítas al poder fue el primer triunfo de un movimiento, el islamismo, que en aquel momento nadie, ni la Casa Blanca ni el Kremlin, fue capaz de valorar en su verdadera importancia.
En aquel momento, lo que más alarmó a Washington fue la aventura soviética en Afganistán. Carter endureció su política y, viendo en la invasión de Afganistán una amenaza en una región vital como la del Golfo Pérsico, anunció que EEUU se comprometía a usar la fuerza si fuera necesario para acceder a los recursos petrolíferos de la región.
Cuando Carter abandonó la Casa Blanca, derrotado por el republicano Ronald Reagan, las relaciones soviético-norteamericanas se hallaban en una situación de deterioro desconocida desde hacía muchos años.
La postura del nuevo presidente Reagan (1980-1988) quedó definida en un célebre discurso que pronunció en 1982 en Londres. En ese discurso el presidente norteamericano calificó a la URSS lisa y llanamente de "Imperio del Mal".
Ronald Reagan representaba la nueva voluntad americana de combatir a la URSS hasta doblegarla y ganar la guerra fría. El conservador Reagan trató de devolver a EEUU la confianza en su poder como gran potencia. Una confianza bastante mermada tras el fiasco de Vietnam.
Reagan enfocó su política en dos direcciones. En primer lugar, se lanzó al mayor rearme de la historia de su país desde la segunda guerra mundial. La Iniciativa de Defensa Estratégica (1983) fue el elemento esencial de ese rearme.

En segundo lugar, Reagan anunció que EEUU iba a utilizar todo tipo de medios, incluyendo la fuerza militar si fuera necesario, para socavar cualquier régimen pro-comunista en el Tercer Mundo.
Esta nueva doctrina se concretó en la intervención en tres países:
El presidente Jimmy Carter (1976-1980) frenó las intervenciones de los EEUU en los países del Tercer Mundo. Tratando de huir de los peligros de un nuevo Vietnam, procuró mejorar la imagen internacional de EEUU y promovió una defensa más activa de los derechos humanos en el mundo.
Carter no pudo impedir el triunfo de la revolución islámica en Irán en enero de 1979. El acceso de Jomeiniy los clérigos chiítas al poder fue el primer triunfo de un movimiento, el islamismo, que en aquel momento nadie, ni la Casa Blanca ni el Kremlin, fue capaz de valorar en su verdadera importancia.
En aquel momento, lo que más alarmó a Washington fue la aventura soviética en Afganistán. Carter endureció su política y, viendo en la invasión de Afganistán una amenaza en una región vital como la del Golfo Pérsico, anunció que EEUU se comprometía a usar la fuerza si fuera necesario para acceder a los recursos petrolíferos de la región.

La postura del nuevo presidente Reagan (1980-1988) quedó definida en un célebre discurso que pronunció en 1982 en Londres. En ese discurso el presidente norteamericano calificó a la URSS lisa y llanamente de "Imperio del Mal".
Ronald Reagan representaba la nueva voluntad americana de combatir a la URSS hasta doblegarla y ganar la guerra fría. El conservador Reagan trató de devolver a EEUU la confianza en su poder como gran potencia. Una confianza bastante mermada tras el fiasco de Vietnam.
Reagan enfocó su política en dos direcciones. En primer lugar, se lanzó al mayor rearme de la historia de su país desde la segunda guerra mundial. La Iniciativa de Defensa Estratégica (1983) fue el elemento esencial de ese rearme.

En segundo lugar, Reagan anunció que EEUU iba a utilizar todo tipo de medios, incluyendo la fuerza militar si fuera necesario, para socavar cualquier régimen pro-comunista en el Tercer Mundo.
Esta nueva doctrina se concretó en la intervención en tres países:
- Invasión de Granada, pequeña isla caribeña, donde existía un régimen izquierdista;
- Entrenamiento y aprovisionamiento de los Contras nicaragüenses que luchaban contra el régimen sandinista.
- Ayuda a la guerrilla islámica que luchaba contra los soviéticos en Afganistán. Aquí los EEUU aplicaron una política que años después se volvería en su contra de forma espectacular. La ayuda militar a la guerrilla islámica fortaleció las posturas más extremas del islamismo que posteriormente constituirán el mayor problema al que se han tenido que enfrentar EEUU y el mundo occidental. Un simple dato: Osama bin Laden luchó en la guerra de Afganistán en una guerrilla islámica armada y apoyada por Washington.
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