martes, 16 de septiembre de 2014

el cordobazo 1969

Revolución Argentina
El cordobazo
Introducción
Luego del golpe de Estado de 1966, se estableció un gobierno dictatorial al que los propios golpistas denominaron “revolución argentina”.
A partir de la designación del general Juan Carlos Onganía como presidente de la República, los golpistas se propusieron imponer un proyecto político autoritario y excluyente, clausurando todos los canales de participación para la gran mayoría de los argentinos.
Uno de los ministros de economía de la autodenominada “revolución argentina”, Adalbert Krieger Vasena, impulsó el establecimiento de un modelo liberal ortodoxo, abierto al capital extranjero, que tuvo severas consecuencias para las ramas tradicionales de la industria nacional y para el conjunto de los sectores populares.
El Cordobazo, un hecho casi mítico en la historia contemporánea, echó por tierra el sueño de Onganía de perpetuarse por diez años. Fue el primer paso en la descomposición del régimen militar que aspiraba a quedarse. El gobierno de Onganía reprimió con violencia a todas aquellas manifestaciones de la sociedad a las que consideraba "subversivas". Se allanaron sedes sindicales, se detuvo a dirigentes y militantes políticos, se clausuraron periódicos; se atacó a quienes reclamaban o protestaban. El paro con movilización previsto para el 29 de mayo en Córdoba derivó en una lucha callejera de tres días, en la que por primera vez se hizo realidad el anhelo revolucionario de unidad obrero-estudiantil. A la movilización se sumaron militantes radicales, peronistas y de las agrupaciones de izquierda. Pero no hubo un plan de insurrección popular elaborado previamente.
Los incendios y saqueos de comercios, los tiroteos y barricadas, la implantación del toque de queda y la intervención del Segundo Cuerpo del Ejército para restablecer el orden se proyectaron por la televisión nacional a todo el país.
Para Onganía, el “Cordobazo” era obra de los “extremistas”; para Lanusse, en cambio, si bien “los elementos subversivos actuaron y, en algún modo, marcaron el ritmo”, fue “la población de Córdoba, en forma activa y pasiva, la que demostró que estaba en contra del gobierno nacional en general y del gobierno provincial en particular”.
En mayo de 1969, durante el gobierno de Onganía, comenzó a evidenciarse una crisis con estallidos en distintos puntos del país, como Corrientes y Rosario. En Córdoba, donde existía una estrecha relación entre estudiantes y obreros, al descontento general se sumó la decisión del gobierno provincial de suprimir el “sábado inglés”, es decir, la media jornada laboral. En consecuencia, el SMATA (sindicato de los obreros de la industria automotriz) y el sindicato de Luz y Fuerza convocaron a un paro activo con movilización para el 29 de mayo. Los estudiantes adhirieron a la medida de fuerza y pronto la ciudad fue controlada por los manifestantes, quienes lograron su ocupación durante unas veinte horas. Se produjeron incendios y ataques a las principales empresas multinacionales. La represión consiguiente fue brutal y dejó como resultado veinte manifestantes muertos y cientos de detenidos, entre ellos Agustín Tosco, Atilio López y Elpidio González.


¿Qué querían los obreros y estudiantes, el pueblo de Córdoba?
Agustín Tosco: Exigía respeto a su soberana voluntad; exigía la normalización institucional, para que el gobierno fuera elegido por decisión de la mayoría de la población, sin persecuciones para con las ideas y doctrinas de ningún argentino. Exigía que se aumentaran los salarios en un 40%, que era lo que había crecido el costo de vida. Exigía la defensa del
patrimonio nacional, absorbido cada vez más por los monopolios extranjeros. Exigía la creación de nuevas fuentes de trabajo, para eliminar la desocupación que trae miseria y desesperación en los hogares. Exigía la reincorporación de los cesantes y el levantamiento de las sanciones por haber hecho uso del derecho constitucional de huelga. Exigía una Universidad abierta a las posibilidades de los hijos de los trabajadores y consustanciada con los intereses del país.








Barricadas en las calles de Córdoba
Actividad
1) Realiza una breve descripción de lo sucedido en El Cordobazo.
Registren por escrito la información recopilada.
2) Observen la siguiente fotografía tomada durante los sucesos del 29 de mayo de 1969 en Córdoba.
Fuente: Wikimedia


3) Redacten una descripción de la imagen. Para orientar el análisis, pueden seguir estar preguntas:
.¿Dónde transcurre la escena?
.¿Quiénes son los protagonistas y qué acciones están llevando a cabo?
.¿Qué elemento logra capturar la mirada del espectador?
  4) Con algunos compañeros, discutan qué título le pondrían a esta imagen en dos escenarios distintos:
a).si apareciera publicada en un periódico obrero o sindical;
b).si fuera publicada en un periódico ideológicamente afín con el gobierno de la autodenominada “revolución argentina”.
Bibliografia
http://pablosteinberg1.blogspot.com.ar/2014/07/reolucion-argentina.html

jueves, 26 de junio de 2014

video frondizi

Screenshot 2/3 de Video #40439 - La presidencia de Frondizi: desarrollismo, inestabilidadScreenshot 1/3 de Video #40439 - La presidencia de Frondizi: desarrollismo, inestabilidadhttp://www.educ.ar/sitios/educar/recursos/ver?id=40439&referente=docentes

frondizi


Fuente:http://www.siemprehistoria.com.ar/2012/02/presidencia-de-arturo-frondizi-19581962/


El aluvión de votos peronistas a la fórmula Frondizi – Gomez en las elecciones generales de 1958, sumado al apoyo comunista  aumentaron la desconfianza de unas Fuerzas Armadas que habían traspasado el poder tras el derrocamiento a Perón en 1955. Esto explica la actitud de constante vigilia que se transformó en una verdadera presión y que generaría  en los próximos años  un clima de golpe de Estado permanente…….
Apenas asumió su presidencia, Arturo Frondizi decretó un aumento salarial del 60%, con el objetivo de equiparar los registrados aumentos de precios, y en el orden político, impulsó una ley de amnistía que posteriormente sería aprobada por el  Congreso de la Nación. Si bien la ley no definía legalmente la situación de proscripción del depuesto peronismo, permitió a sus seguidores el uso de sus símbolos y la legalización de sus organizaciones y actividades. Con referencia al movimiento obrero, se devolvieron  a los peronistas seis sindicatos intervenidos y se propició la normalización de varios gremios promulgándose la ley de Asociaciones profesionales que siguió el criterio de un solo sindicato por rama industrial.
En una primera etapa, hasta enero de 1959, intentó la implementación del modelo desarrollista, basado en el impulso del desarrollo de la llamada “industria pesada” (metalurgia, siderurgia y petroquímica) con el aporte de inversiones de capital y tecnología extranjeros debido a la falta de capitales nacionales. Se buscaba así poner fin a la dependencia que el país tenía en materia de insumos importados. El modelo proponía asimismo, la modernización del campo, promoviendo el aumento de la producción agropecuaria y, al mismo tiempo, un aumento de los saldos exportables y del saldo de la balanza comercial. Pero la necesidad de la llegada de los capitales extranjeros implicaba el control de las reivindicaciones de los sectores obreros. ¿Qué significaba esto? Nos lo explica Luis A. Romero: “Los empresarios, nacionales o extranjeros, coincidían en que cualquier modernización debía modificar el status logrado por los trabajadores durante el peronismo (se debía) revisar su participación en el ingreso nacional, y también a elevar la productividad, racionalizando las tareas y reduciendo la mano de obra. Esto implicaba restringir el poder de los sindicatos, y también el que los trabajadores, amparados por la legislación, habían alcanzado en plantas y fábricas. Recortar los ingresos y recuperar la autoridad patronal era  los puntos salientes de una actitud más general contra la situación de mayor igualdad social lograda por los trabajadores.” En otras palabras, los inversores pretendían trabajadores más sumisos, más productivos y más baratos.

Frondizi pronto quedó atrapado en la falta de apoyos políticos, especialmente del sector peronista, tras una escalada inflacionaria y el incumplimiento de lo pactado previamente. El agitado primer año de gestión cerraría con medidas de fuerza del sector petrolero en repudio a los contratos firmados por el gobierno con empresas extranjeras. La actitud del vicepresidente ahondó la crisis al amenazar con renunciar si dichos contratos no eran sometidos a la aprobación del Congreso Nacional. Frondizi actuó con firmeza sosteniendo la política petrolera y decretando el Estado de sitio ante la huelga apoyada por las 62 Organizaciones. El costo fue la renuncia de Gomez y el deterioro de las relaciones con el movimiento obrero.
Para resolver el brote inflacionario y las dificultades en la balanza de pagos se incorporó al Plan económico desarrollista, un plan de “estabilización”  Se pidió ayuda al FMI y a los bancos privados, de los que se recibirían aproximadamente 330 millones de dólares. ¿Qué pedían a cambio? Un control monetario más rígido, el fín de los controles de precios y de los subsidios, la restricción del crédito  y elevación de las tasas de interés. Debía bajar el déficit fiscal, abandonando el sostenimiento de las empresas estatales, reduciendo su personal y aumentando las tarifas de servicios públicos. En este marco, se sancionó la ley 14.780 que otorgaba grandes beneficios a los inversionistas, dándoles la posibilidad de transferir sus utilidades al exterior. La estabilidad conseguida durante 1959 y 1960 arrastró el salario real, aumentó el costo de vida y alteró el delicado equilibrio que sostenía en el poder  a Frondizi, quien ya había tenido que ceder al tener que nombrar a Alvaro Alsogaray al frente de las carteras de Economía y Trabajo.
Al descontento obrero se le sumó el conflicto estudiantil, provocado por las medidas implementadas por el gobierno en materia educativa. Un gobierno que ya había perdido la brújula, que había militarizado los distritos industriales en conflicto mediante el Plan CONINTES (CONmoción INTerna del  Estado), que había adoptado una política de Relaciones Exteriores que preocupaba a las Fuerzas Armadas (especialmente en relación a la postura frente a la Revolución Cubana) y con un pasado acuerdista con el peronismo que era fuente de reiterados problemas.
El fín llegó en oportunidad de realizarse las elecciones en varias provincias en 1962, en las que Frondizi permitió la presentación de candidatos peronistas. Así fue que  triunfó el peronista Andrés Framini en el distrito de Buenos Aires, lo que resultó intolerable para los miliitares. En los días siguientes a la elección, el gobierno decretó la anulación de las elecciones y la intervención de aquellas provincias en las que los peronistas habían triunfado. El 17 de marzo de 1962, las tres armas pidieron el alejamiento de Frondizi, quien intentó una última defensa al responder “No renuncio ni doy parte de enfermo ni me voy de viaje, sigo siendo el Presidente”.  Ante su resistencia, el 29 de marzo la cúpula militar anunció al país que “el presidente de la República ha sido depuesto por las Fuerzas Armadas”.
Fue reemplazado por el  Senador José María Guido (presidente provisional del Senado ante la renuncia del vicepresidente) quien asumió como nuevo Presidente de la República Argentina.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
ROMERO, Luis Alberto, Breve historia contemporánea de la Argentina, FCE, Buenos Aires, 2001.
Departamento de Historia del Colegio Nacional de Buenos Aires, “Historia Argentina. Desde la prehistoria hasta la actualidad”, Fascículo 43, “Frondizi. El difícil equilibrio entre autoritarismo y democracia”, Página 12, Buenos Aires, 1999.
ALONSO, M.E; VAZQUEZ, E.C., Historia. La Argentina contemporánea (1852-1999), Aique, Buenos Aires, 2000.
IMAGEN y artículo recomendado para su consulta:
http://egm-consultores.blogspot.com/2009/08/arturo-frondizi-su-presidencia-1958.html