jueves, 26 de junio de 2014
frondizi
Fuente:http://www.siemprehistoria.com.ar/2012/02/presidencia-de-arturo-frondizi-19581962/
El aluvión de votos peronistas a la fórmula Frondizi – Gomez en las elecciones generales de 1958, sumado al apoyo comunista aumentaron la desconfianza de unas Fuerzas Armadas que habían traspasado el poder tras el derrocamiento a Perón en 1955. Esto explica la actitud de constante vigilia que se transformó en una verdadera presión y que generaría en los próximos años un clima de golpe de Estado permanente…….
Apenas asumió su presidencia, Arturo Frondizi decretó un aumento salarial del 60%, con el objetivo de equiparar los registrados aumentos de precios, y en el orden político, impulsó una ley de amnistía que posteriormente sería aprobada por el Congreso de la Nación. Si bien la ley no definía legalmente la situación de proscripción del depuesto peronismo, permitió a sus seguidores el uso de sus símbolos y la legalización de sus organizaciones y actividades. Con referencia al movimiento obrero, se devolvieron a los peronistas seis sindicatos intervenidos y se propició la normalización de varios gremios promulgándose la ley de Asociaciones profesionales que siguió el criterio de un solo sindicato por rama industrial.
En una primera etapa, hasta enero de 1959, intentó la implementación del modelo desarrollista, basado en el impulso del desarrollo de la llamada “industria pesada” (metalurgia, siderurgia y petroquímica) con el aporte de inversiones de capital y tecnología extranjeros debido a la falta de capitales nacionales. Se buscaba así poner fin a la dependencia que el país tenía en materia de insumos importados. El modelo proponía asimismo, la modernización del campo, promoviendo el aumento de la producción agropecuaria y, al mismo tiempo, un aumento de los saldos exportables y del saldo de la balanza comercial. Pero la necesidad de la llegada de los capitales extranjeros implicaba el control de las reivindicaciones de los sectores obreros. ¿Qué significaba esto? Nos lo explica Luis A. Romero: “Los empresarios, nacionales o extranjeros, coincidían en que cualquier modernización debía modificar el status logrado por los trabajadores durante el peronismo (se debía) revisar su participación en el ingreso nacional, y también a elevar la productividad, racionalizando las tareas y reduciendo la mano de obra. Esto implicaba restringir el poder de los sindicatos, y también el que los trabajadores, amparados por la legislación, habían alcanzado en plantas y fábricas. Recortar los ingresos y recuperar la autoridad patronal era los puntos salientes de una actitud más general contra la situación de mayor igualdad social lograda por los trabajadores.” En otras palabras, los inversores pretendían trabajadores más sumisos, más productivos y más baratos.
Frondizi pronto quedó atrapado en la falta de apoyos políticos, especialmente del sector peronista, tras una escalada inflacionaria y el incumplimiento de lo pactado previamente. El agitado primer año de gestión cerraría con medidas de fuerza del sector petrolero en repudio a los contratos firmados por el gobierno con empresas extranjeras. La actitud del vicepresidente ahondó la crisis al amenazar con renunciar si dichos contratos no eran sometidos a la aprobación del Congreso Nacional. Frondizi actuó con firmeza sosteniendo la política petrolera y decretando el Estado de sitio ante la huelga apoyada por las 62 Organizaciones. El costo fue la renuncia de Gomez y el deterioro de las relaciones con el movimiento obrero.
Para resolver el brote inflacionario y las dificultades en la balanza de pagos se incorporó al Plan económico desarrollista, un plan de “estabilización” Se pidió ayuda al FMI y a los bancos privados, de los que se recibirían aproximadamente 330 millones de dólares. ¿Qué pedían a cambio? Un control monetario más rígido, el fín de los controles de precios y de los subsidios, la restricción del crédito y elevación de las tasas de interés. Debía bajar el déficit fiscal, abandonando el sostenimiento de las empresas estatales, reduciendo su personal y aumentando las tarifas de servicios públicos. En este marco, se sancionó la ley 14.780 que otorgaba grandes beneficios a los inversionistas, dándoles la posibilidad de transferir sus utilidades al exterior. La estabilidad conseguida durante 1959 y 1960 arrastró el salario real, aumentó el costo de vida y alteró el delicado equilibrio que sostenía en el poder a Frondizi, quien ya había tenido que ceder al tener que nombrar a Alvaro Alsogaray al frente de las carteras de Economía y Trabajo.
Al descontento obrero se le sumó el conflicto estudiantil, provocado por las medidas implementadas por el gobierno en materia educativa. Un gobierno que ya había perdido la brújula, que había militarizado los distritos industriales en conflicto mediante el Plan CONINTES (CONmoción INTerna del Estado), que había adoptado una política de Relaciones Exteriores que preocupaba a las Fuerzas Armadas (especialmente en relación a la postura frente a la Revolución Cubana) y con un pasado acuerdista con el peronismo que era fuente de reiterados problemas.
El fín llegó en oportunidad de realizarse las elecciones en varias provincias en 1962, en las que Frondizi permitió la presentación de candidatos peronistas. Así fue que triunfó el peronista Andrés Framini en el distrito de Buenos Aires, lo que resultó intolerable para los miliitares. En los días siguientes a la elección, el gobierno decretó la anulación de las elecciones y la intervención de aquellas provincias en las que los peronistas habían triunfado. El 17 de marzo de 1962, las tres armas pidieron el alejamiento de Frondizi, quien intentó una última defensa al responder “No renuncio ni doy parte de enfermo ni me voy de viaje, sigo siendo el Presidente”. Ante su resistencia, el 29 de marzo la cúpula militar anunció al país que “el presidente de la República ha sido depuesto por las Fuerzas Armadas”.
Fue reemplazado por el Senador José María Guido (presidente provisional del Senado ante la renuncia del vicepresidente) quien asumió como nuevo Presidente de la República Argentina.
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA
ROMERO, Luis Alberto, Breve historia contemporánea de la Argentina, FCE, Buenos Aires, 2001.
Departamento de Historia del Colegio Nacional de Buenos Aires, “Historia Argentina. Desde la prehistoria hasta la actualidad”, Fascículo 43, “Frondizi. El difícil equilibrio entre autoritarismo y democracia”, Página 12, Buenos Aires, 1999.
ALONSO, M.E; VAZQUEZ, E.C., Historia. La Argentina contemporánea (1852-1999), Aique, Buenos Aires, 2000.
IMAGEN y artículo recomendado para su consulta:
http://egm-consultores.blogspot.com/2009/08/arturo-frondizi-su-presidencia-1958.html
gobierno de frondizi
El
gobierno desarrollista de Frondizi
|
En 1958, Perón desde Madrid,
ordenó a sus seguidores votar por el radical disidente y desarrollista Arturo
Frondizi, demostrando así su fuerza aún desde el exilio. Perón se vio obligado a
tomar esta decisión, ya que era dudoso que los peronistas volvieran a votar en
blanco (después de la Asamblea Constituyente de 1957 en la que el 24% de los
votos fueron en blanco) en un momento en el que se elegiría a las autoridades
que regirían por seis años los destinos de la nación. Por otro lado, Frondizi
seducía a los peronistas con sus consignas progresistas y desarrollistas y su
prédica en contra del gobierno militar.
Las FFAA, lideradas por entonces
por los sectores más antiperonistas, sostuvieron que el candidato de la UCRI
había ganado ilegítimamente, ya que los votos peronistas habían frustrado al
candidato oficioso de los militares, el de la UCR del Pueblo. Desde la asunción
del nuevo presidente, el golpe ya estaba dando vueltas en las cabezas de los
opositores.
Después del período peronista, el
sector industrial había quedado compuesto por pequeños capitalistas y talleres
artesanales de baja eficiencia y competitividad, pero de gran capacidad de
empleo. Las grandes corporaciones del país, que cubrían las áreas de industria y
servicios públicos, eran propiedad del Estado.
El gobierno desarrollista de
Frondizi implementó un plan destinado a modernizar las relaciones económicas
nacionales e impulsar la investigación científica. En diciembre de 1958 se
promulgó la Ley de inversiones extranjeras, que trajo como consecuencia la
radicación de capitales, principalmente norteamericanos, por más de 500 millones
de dólares, el 90% de los cuales se concentró en las industrias químicas,
petroquímicas, metalúrgicas y de maquinarias eléctricas y no eléctricas.
El mayor efecto de esta
modernización fue la consolidación de un nuevo actor político: el capital
extranjero radicado en la industria. La burguesía industrial nacional debió,
desde entonces, amoldarse a sus decisiones y la tradicional burguesía pampeana
fue desplazada de su posición de liderazgo, recuperándola a medias en los
momentos de crisis.
Otras de las consecuencias de
este plan fue la concentración de las inversiones en la Capital Federal, la
provincia de Santa Fe y principalmente la ciudad de Córdoba, que experimentó un
meteórico desarrollo industrial. Por otro lado, las variaciones en la
distribución de los ingresos beneficiaron a los sectores medio y medio-alto, en
detrimento de los inferiores, pero también de los superiores.
La complejización de las
estructuras políticas y económicas desplazó a los viejos abogados y políticos
del poder y los subordinó a una nueva clase dirigente, la burguesía gerencial,
que empezó a formar el nuevo Establishment. Ante esta nueva situación, la
burocracia sindical adoptó una nueva posición; ni combativa, ni oficialista:
negociadora.
Desde que en 1961 Frondizi devolvió a los sindicatos el control de
la CGT, se empezó a gestar en el interior del sindicalismo peronista la
corriente "vandorista" (por Augusto Vandor, líder del poderoso gremio
metalúrgico) que estaba dispuesta a independizarse progresivamente de las
indicaciones que Perón impartía en el exilio. Eventualmente, consideraban
construir el embrión de un proyecto político-gremial capacitado para negociar
directamente con otros factores de poder (es decir, sin la mediación de Perón)
al estilo del Partido Laborista inglés nacido en la década del ‘40. Todo esto
hizo que los partidos políticos tradicionales fueran perdiendo relevancia como
articuladores de intereses sociales.
En estos años de proscripción y
declinación general del nivel de vida de la clase obrera nació la izquierda
peronista, es decir, aquellos peronistas cuyas metas eran el socialismo y la
soberanía popular. Esta se dio no por acercamiento de la izquierda tradicional,
que seguía siendo hostil al peronismo, sino a través de la radicalización de los
activistas peronistas y la peronización de jóvenes que se habían orientado
primero hacia la derecha y el nacionalismo católico.
En recompensa por el apoyo
electoral recibido, Frondizi se acercó a los peronistas - otorgándoles una
amnistía general, una nueva Ley de Asociaciones Profesionales, etc.- pero las
inversiones extranjeras, consideradas la clave del desarrollo frondicista, les
olían a entrega al imperialismo yanqui. Los contratos con ocho compañías
petroleras extranjeras y la privatización del frigorífico Lisandro de la Torre
desbordaron la ira de los peronistas nacionalistas, que se sentían traicionados.
A su vez, se levantaron las protestas de la burguesía nacional, que necesitaba
el petróleo barato, y que temía que si la Argentina no se aliaba a EEUU contra
Castro, sufriría la misma política de agresión que Cuba.
Ante la creciente oposición de la
clase obrera, con una recurrente recesión, y con muy poco espacio para
maniobrar, Frondizi se encontró entre la espada y la pared: cedió a todos los
planteos militares (inquietos por la movilización del peronismo) y declaró
primero el Estado de Sitio y luego el plan de represión CONINTES para
desmovilizar a la clase obrera. Al mismo tiempo legalizó al Partido Peronista
para competir en las elecciones de 1962 para gobernadores provinciales, en las
que los peronistas ganaron en cinco distritos. Este hecho fue intolerable para
los militares, por lo que decidieron el derrocamiento de Frondizi, encendiendo
los fuegos del más virulento antiperonismo, al estilo de los años ‘55 y ‘56. El
presidente destituido conservó la cordura como para salvar un jirón de
institucionalidad designando como sucesor al presidente provisional del Senado,
José María Guido.
Acto seguido se produjeron
enfrentamientos dentro de las FFAA, más específicamente entre los denominados
azules y colorados, en los que fueron derrotados los grupos más antiperonistas y
favorables a la burguesía agraria que habían volteado a Frondizi. Tras dos
choques sangrientos, otra generación se consolidó en el liderazgo de las Fuerzas
Armadas, bajo el mando del general Onganía.
Dada la necesidad de otorgarle
una salida institucional al precario gobierno de Guido, en 1963 se llamó a
elecciones presidenciales nuevamente. Con el peronismo proscripto y con tan sólo
el 25% de los votos, resultó vencedor el candidato de la UCR del Pueblo, Arturo
Illia.
El siguiente es un mensaje
radial de Arturo Frondizi, dirigido al pueblo de la República Argentina el 9 de
febrero de 1957.
"[...j Queremos gobernar para
realizar ese programa destinado a los veinte millones de argentinos. He aquí sus
proposiciones fundamentales:
1 ° Lograr el reencuentro de
todos los argentinos y restablecer la paz interior para que no haya odio ni
miedo y para que dejemos de perseguirnos los unos a los otros. [...]
4° Promover una economía de
abundancia, afirmada en la integración del agro, la minería y la industria, en
la explotación intensiva y racional de todos los recursos naturales y en la
consolidación y los cambios por organismos de la Nación. [...]
6° Orientar el comercio
exterior en exclusivo beneficio del país, para sostener nuestra balanza de pagos
y aumentar nuestras reservas en metálico y divisas, mediante la defensa de los
precios de nuestras exportaciones y el ordenamiento de la importación. [...]
8° Facilitar el acceso del
pueblo a la cultura, a la educación y a la capacitación técnica y promover la
formación de investigadores, técnicos y profesionales que permitan colocar al
país en el alto nivel de las naciones más adelantadas del mundo. [...]
10° Fortalecer las
organizaciones del trabajo y de la producción, asegurando la existencia de una
sola Central Obrera, la libertad sindical y el derecho de huelga."http://www.portalplanetasedna.com.ar/gobierno_frondizi.htm
domingo, 15 de junio de 2014
revolución cubana Canal Encuentro
https://www.youtube.com/watch?v=x64kpfbzCYI revolución cubana Canal Encuentro
Movimiento revolucionario cubano
Movimiento revolucionariohttp://www.ecured.cu/index.php/Revoluci%C3%B3n_Cubana
La inercia e incapacidad de los partidos políticos burgueses para enfrentar al régimen castrense al cual se adhirieron algunos de estos partidos contrastó con la beligerancia de los sectores populares, en especial de la joven generación que recién nacía a la vida política. De sus filas nació un movimiento de nuevo tipo, encabezado por Fidel Castro, un joven abogado cuyas primeras actividades políticas se habían desarrollado en el medio universitario y las filas de la ortodoxia. Preconizando una nueva estrategia de lucha armada contra la dictadura, Fidel se dio a la silenciosa y tenaz preparación de esa batalla.
Las acciones se desencadenarían el 26 de julio de 1953, con el asalto simultáneo a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba y Céspedes en Bayamo, concebidas como detonante de una vasta insurrección popular. Al fracasar la operación, decenas de asaltantes que cayeron prisioneros fueron asesinados. Otros sobrevivientes, entre los que se encontraba Fidel, fueron juzgados y condenados a severas penas de prisión. En el juicio que se les siguió, el joven líder revolucionario pronunció un brillante alegato de autodefensa conocido como La Historia me absolverá, en el cual fundamentaba el derecho del pueblo a la rebelión contra la tiranía y explicaba las causas, vías y objetivos de la lucha emprendida. Este alegato se convertiría en el programa de la revolución.
Entretanto, la dictadura enfrentaba la crítica coyuntura creada por el descenso de los precios del azúcar con la manida fórmula de la restricción productiva. Para contrarrestar sus efectos depresivos, el gobierno inicia una movilización compulsiva de recursos financieros que, en proporción apreciable, terminarían en las arcas de los personeros del régimen. No obstante el fomento de nuevos renglones productivos en las dos décadas precedentes, la economía cubana, uncida al azúcar, no alcanzaba un crecimiento satisfactorio. Evidencia máxima de ello era la masa de desempleados y subempleados que ya, a mediados de la década de 1950, llegaría a constituir la tercera parte de la fuerza laboral del país.
El intento de la tiranía por legalizar su estatus mediante unas espurias elecciones en 1954, serviría al menos para aplacar su seña represiva. La circunstancia fue aprovechada por el movimiento de masas que en 1955 ascendió de manera significativa y logró la amnistía de los presos políticos, entre ellos los combatientes del Moncada, y escenificó huelgas obreras de gran importancia, sobre todo en el sector azucarero. En ese mismo año se funda el Movimiento Revolucionario 26 de Julio (M-26-7), constituido por Fidel y sus compañeros, y un año más tarde se crea el Directorio Revolucionario, que agrupa a los elementos más combativos del estudiantado universitario.
Tras demostrar la imposibilidad de toda lucha legal contra la tiranía, Fidel Castro marcha hacia México con el propósito de organizar una expedición liberadora e iniciar la guerra revolucionaria. Por su parte, los partidos burgueses de la oposición ensayan una nueva maniobra conciliadora con Batista en busca de una salida "política" a la situación. El fracaso terminaría por hundirlos en el desprestigio.
El 2 de diciembre de 1956, Fidel desembarcaba al frente de la expedición del Yate Granma, en Las Coloradas, provincia de Oriente. Dos días antes, los combatientes clandestinos del Movimiento 26 de Julio, al mando de Frank País, habían llevado a cabo en Santiago de Cuba un levantamiento de apoyo al desembarco. Al no coincidir ambas acciones, el levantamiento terminaba en un lamentable fracaso. Tras el revés del lugar llamado Alegría de Pío, que dispersara al contingente expedicionario, Fidel Castro y un puñado de combatientes lograban ganar el firme de la Sierra Maestra para constituir el núcleo inicial del Ejército Rebelde. Su carta de presentación sería, un mes después, la toma del pequeño cuartel de La Plata, acción que serviría para desmentir las versiones propaladas por la dictadura acerca del total exterminio de los expedicionarios.
En 1957, mientras el Ejército Rebelde se gestaba en las montañas con una serie de acciones entre las más importantes el combate de El Uvero, donde se aniquiló una guarnición de 59 soldados, en las ciudades se desarrollaba con gran ímpetu la lucha clandestina. El 13 de marzo de ese mismo año, un destacamento del Directorio Revolucionario realizaba un ataque al Palacio Presidencial en La Habana, con el propósito de ajusticiar al tirano, pero fracasan. En esta acción caería en combate José Antonio Echeverría, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU). A los atentados y actos de sabotaje, la tiranía respondería con un incremento de las torturas a los detenidos y una oleada de crímenes.
En el mes de julio, el asesinato de Frank País provocaría una huelga espontánea que paralizó gran parte de la nación. Poco después, en septiembre, el alzamiento del puesto naval de la ciudad de Cienfuegos pondría en evidencia las profundas grietas en las fuerzas armadas del batistato. A finales de año, el ejército fracasa en su ofensiva contra la Sierra Maestra, en la que ya se han consolidado dos columnas guerrilleras.
A principio de 1958, el movimiento revolucionario decide acelerar la caída del tirano mediante una huelga general con características de insurrección. En la Sierra Maestra, Fidel Castro crea dos nuevas columnas al mando de los comandantes Raúl Castro y Juan Almeida, quienes deben abrir dos frentes guerrilleros en otras zonas montañosas de Oriente. La huelga, convocada el 9 de abril, se malogra con graves pérdidas para las fuerzas revolucionarias. Batista cree llegado el momento de liquidar la insurrección, y en el verano lanza una ofensiva de 10 000 hombres sobre la Sierra Maestra. En feroces combates y batallas: Santo Domingo, El Jigüe, Vegas de Jibacoa, y otros, las tropas rebeldes derrotan a los batallones de la tiranía que logran penetrar en la Sierra y los obliga a retirarse. Ese es el viraje definitivo. Los partidos de la oposición burguesa, que hasta entonces han maniobrado para capitalizar la rebeldía popular, se apresuran en reconocer el indiscutible liderazgo de Fidel Castro.
Columnas rebeldes parten hacia diversos puntos del territorio nacional, entre ellas las de los comandantes Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos, quienes avanzan hacia la provincia de Las Villas. En esa zona ya operan diversos grupos de combatientes, entre otros los del Directorio Revolucionario y el Partido Socialista Popular (Comunista). El 20 de noviembre el Comandante en Jefe de las tropas rebeldes, Fidel Castro, dirige personalmente la Batalla de Guisa, que marca el comienzo de la definitiva ofensiva revolucionaria. En acciones coordinadas, las ya numerosas columnas del II y el III frentes orientales van tomando las poblaciones aledañas para cerrar el cerco sobre Santiago de Cuba. El Che, en Las Villas, toma uno tras otro los pueblos a lo largo de la carretera central y se apresta al asalto de la ciudad de Santa Clara, capital provincial, mientras que, por su parte Camilo Cienfuegos, rinde en tenaz combate el cuartel de la ciudad de Yaguajay.
Apenas instalado en el poder, el gobierno revolucionario inició el desmantelamiento del sistema político neocolonial. Se disolvieron los cuerpos represivos y se garantizó a los ciudadanos, por primera vez en largos años, el ejercicio pleno de sus derechos. La administración pública fue saneada y se confiscaron los bienes malversados. De esta manera se erradicó esa tan funesta práctica de la vida republicana. Los criminales de guerra batistianos fueron juzgados y sancionados, se barrió a la corrompida dirección del movimiento obrero y quedaron disueltos los partidos políticos que habían servido a la tiranía.
La designación del Comandante Fidel Castro como Primer Ministro en el mes de febrero, imprimiría un ritmo acelerado a las medidas de beneficio popular. Se aprobó una rebaja general de alquileres; las playas, antes privadas se pusieron a disposición del pueblo para su disfrute y se intervinieron las compañías que monopolizaban los servicios públicos. Un hito trascendental en este proceso sería la Ley de Reforma Agraria, aprobada el 17 de mayo, la cual eliminaba el latifundio al nacionalizar todas las propiedades de más de 420 ha de extensión, y entregaba la propiedad de la tierra a decenas de miles de campesinos, arrendatarios y precaristas.
Esta medida, que eliminaba uno de los soportes fundamentales del dominio neocolonial, suscitó la airada respuesta de los intereses afectados. El gobierno de Estados Unidos no había ocultado su disgusto por el “Triunfo de la Revolución” y, tras promover una malintencionada campaña de prensa, adoptó una política de hostigamiento sistemático contra Cuba, alentando y apoyando a movimientos contrarrevolucionarios con el propósito de desestabilizar el país. Los obstáculos interpuestos por el presidente Manuel Urrutia a las transformaciones revolucionarias provocaron en julio la renuncia de Fidel Castro al premierato, cargo al que retornaría días después en medio de multitudinarias manifestaciones de apoyo que determinaron la renuncia del presidente y su sustitución por Osvaldo Dorticós.
En octubre aborta una sedición militar en Camagüey orquestada por el jefe de esa plaza, el Comandante Hubert Matos, en abierto contubernio con latifundistas y otros elementos contrarrevolucionarios de la localidad. Entretanto, los crecientes actos de sabotaje y el terrorismo comenzaron a cobrar víctimas inocentes.
La inercia e incapacidad de los partidos políticos burgueses para enfrentar al régimen castrense al cual se adhirieron algunos de estos partidos contrastó con la beligerancia de los sectores populares, en especial de la joven generación que recién nacía a la vida política. De sus filas nació un movimiento de nuevo tipo, encabezado por Fidel Castro, un joven abogado cuyas primeras actividades políticas se habían desarrollado en el medio universitario y las filas de la ortodoxia. Preconizando una nueva estrategia de lucha armada contra la dictadura, Fidel se dio a la silenciosa y tenaz preparación de esa batalla.
Las acciones se desencadenarían el 26 de julio de 1953, con el asalto simultáneo a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba y Céspedes en Bayamo, concebidas como detonante de una vasta insurrección popular. Al fracasar la operación, decenas de asaltantes que cayeron prisioneros fueron asesinados. Otros sobrevivientes, entre los que se encontraba Fidel, fueron juzgados y condenados a severas penas de prisión. En el juicio que se les siguió, el joven líder revolucionario pronunció un brillante alegato de autodefensa conocido como La Historia me absolverá, en el cual fundamentaba el derecho del pueblo a la rebelión contra la tiranía y explicaba las causas, vías y objetivos de la lucha emprendida. Este alegato se convertiría en el programa de la revolución.
Entretanto, la dictadura enfrentaba la crítica coyuntura creada por el descenso de los precios del azúcar con la manida fórmula de la restricción productiva. Para contrarrestar sus efectos depresivos, el gobierno inicia una movilización compulsiva de recursos financieros que, en proporción apreciable, terminarían en las arcas de los personeros del régimen. No obstante el fomento de nuevos renglones productivos en las dos décadas precedentes, la economía cubana, uncida al azúcar, no alcanzaba un crecimiento satisfactorio. Evidencia máxima de ello era la masa de desempleados y subempleados que ya, a mediados de la década de 1950, llegaría a constituir la tercera parte de la fuerza laboral del país.
El intento de la tiranía por legalizar su estatus mediante unas espurias elecciones en 1954, serviría al menos para aplacar su seña represiva. La circunstancia fue aprovechada por el movimiento de masas que en 1955 ascendió de manera significativa y logró la amnistía de los presos políticos, entre ellos los combatientes del Moncada, y escenificó huelgas obreras de gran importancia, sobre todo en el sector azucarero. En ese mismo año se funda el Movimiento Revolucionario 26 de Julio (M-26-7), constituido por Fidel y sus compañeros, y un año más tarde se crea el Directorio Revolucionario, que agrupa a los elementos más combativos del estudiantado universitario.
Tras demostrar la imposibilidad de toda lucha legal contra la tiranía, Fidel Castro marcha hacia México con el propósito de organizar una expedición liberadora e iniciar la guerra revolucionaria. Por su parte, los partidos burgueses de la oposición ensayan una nueva maniobra conciliadora con Batista en busca de una salida "política" a la situación. El fracaso terminaría por hundirlos en el desprestigio.
El 2 de diciembre de 1956, Fidel desembarcaba al frente de la expedición del Yate Granma, en Las Coloradas, provincia de Oriente. Dos días antes, los combatientes clandestinos del Movimiento 26 de Julio, al mando de Frank País, habían llevado a cabo en Santiago de Cuba un levantamiento de apoyo al desembarco. Al no coincidir ambas acciones, el levantamiento terminaba en un lamentable fracaso. Tras el revés del lugar llamado Alegría de Pío, que dispersara al contingente expedicionario, Fidel Castro y un puñado de combatientes lograban ganar el firme de la Sierra Maestra para constituir el núcleo inicial del Ejército Rebelde. Su carta de presentación sería, un mes después, la toma del pequeño cuartel de La Plata, acción que serviría para desmentir las versiones propaladas por la dictadura acerca del total exterminio de los expedicionarios.
En 1957, mientras el Ejército Rebelde se gestaba en las montañas con una serie de acciones entre las más importantes el combate de El Uvero, donde se aniquiló una guarnición de 59 soldados, en las ciudades se desarrollaba con gran ímpetu la lucha clandestina. El 13 de marzo de ese mismo año, un destacamento del Directorio Revolucionario realizaba un ataque al Palacio Presidencial en La Habana, con el propósito de ajusticiar al tirano, pero fracasan. En esta acción caería en combate José Antonio Echeverría, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU). A los atentados y actos de sabotaje, la tiranía respondería con un incremento de las torturas a los detenidos y una oleada de crímenes.
En el mes de julio, el asesinato de Frank País provocaría una huelga espontánea que paralizó gran parte de la nación. Poco después, en septiembre, el alzamiento del puesto naval de la ciudad de Cienfuegos pondría en evidencia las profundas grietas en las fuerzas armadas del batistato. A finales de año, el ejército fracasa en su ofensiva contra la Sierra Maestra, en la que ya se han consolidado dos columnas guerrilleras.
A principio de 1958, el movimiento revolucionario decide acelerar la caída del tirano mediante una huelga general con características de insurrección. En la Sierra Maestra, Fidel Castro crea dos nuevas columnas al mando de los comandantes Raúl Castro y Juan Almeida, quienes deben abrir dos frentes guerrilleros en otras zonas montañosas de Oriente. La huelga, convocada el 9 de abril, se malogra con graves pérdidas para las fuerzas revolucionarias. Batista cree llegado el momento de liquidar la insurrección, y en el verano lanza una ofensiva de 10 000 hombres sobre la Sierra Maestra. En feroces combates y batallas: Santo Domingo, El Jigüe, Vegas de Jibacoa, y otros, las tropas rebeldes derrotan a los batallones de la tiranía que logran penetrar en la Sierra y los obliga a retirarse. Ese es el viraje definitivo. Los partidos de la oposición burguesa, que hasta entonces han maniobrado para capitalizar la rebeldía popular, se apresuran en reconocer el indiscutible liderazgo de Fidel Castro.
Columnas rebeldes parten hacia diversos puntos del territorio nacional, entre ellas las de los comandantes Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos, quienes avanzan hacia la provincia de Las Villas. En esa zona ya operan diversos grupos de combatientes, entre otros los del Directorio Revolucionario y el Partido Socialista Popular (Comunista). El 20 de noviembre el Comandante en Jefe de las tropas rebeldes, Fidel Castro, dirige personalmente la Batalla de Guisa, que marca el comienzo de la definitiva ofensiva revolucionaria. En acciones coordinadas, las ya numerosas columnas del II y el III frentes orientales van tomando las poblaciones aledañas para cerrar el cerco sobre Santiago de Cuba. El Che, en Las Villas, toma uno tras otro los pueblos a lo largo de la carretera central y se apresta al asalto de la ciudad de Santa Clara, capital provincial, mientras que, por su parte Camilo Cienfuegos, rinde en tenaz combate el cuartel de la ciudad de Yaguajay.
Triunfo de la revolución
El 1 de enero de 1959 Batista abandona el país. En una maniobra de última hora, bendecida por la embajada norteamericana, el General Eulogio Cantillo intenta crear una junta cívico-militar. Fidel Castro conmina a la guarnición de Santiago de Cuba a que se rinda y al pueblo a una huelga general que, apoyada masivamente por todo el país, aseguraría la victoria de la Revolución.Apenas instalado en el poder, el gobierno revolucionario inició el desmantelamiento del sistema político neocolonial. Se disolvieron los cuerpos represivos y se garantizó a los ciudadanos, por primera vez en largos años, el ejercicio pleno de sus derechos. La administración pública fue saneada y se confiscaron los bienes malversados. De esta manera se erradicó esa tan funesta práctica de la vida republicana. Los criminales de guerra batistianos fueron juzgados y sancionados, se barrió a la corrompida dirección del movimiento obrero y quedaron disueltos los partidos políticos que habían servido a la tiranía.
La designación del Comandante Fidel Castro como Primer Ministro en el mes de febrero, imprimiría un ritmo acelerado a las medidas de beneficio popular. Se aprobó una rebaja general de alquileres; las playas, antes privadas se pusieron a disposición del pueblo para su disfrute y se intervinieron las compañías que monopolizaban los servicios públicos. Un hito trascendental en este proceso sería la Ley de Reforma Agraria, aprobada el 17 de mayo, la cual eliminaba el latifundio al nacionalizar todas las propiedades de más de 420 ha de extensión, y entregaba la propiedad de la tierra a decenas de miles de campesinos, arrendatarios y precaristas.
Esta medida, que eliminaba uno de los soportes fundamentales del dominio neocolonial, suscitó la airada respuesta de los intereses afectados. El gobierno de Estados Unidos no había ocultado su disgusto por el “Triunfo de la Revolución” y, tras promover una malintencionada campaña de prensa, adoptó una política de hostigamiento sistemático contra Cuba, alentando y apoyando a movimientos contrarrevolucionarios con el propósito de desestabilizar el país. Los obstáculos interpuestos por el presidente Manuel Urrutia a las transformaciones revolucionarias provocaron en julio la renuncia de Fidel Castro al premierato, cargo al que retornaría días después en medio de multitudinarias manifestaciones de apoyo que determinaron la renuncia del presidente y su sustitución por Osvaldo Dorticós.
En octubre aborta una sedición militar en Camagüey orquestada por el jefe de esa plaza, el Comandante Hubert Matos, en abierto contubernio con latifundistas y otros elementos contrarrevolucionarios de la localidad. Entretanto, los crecientes actos de sabotaje y el terrorismo comenzaron a cobrar víctimas inocentes.
sábado, 7 de junio de 2014
viernes, 6 de junio de 2014
radiopablosteinberg1: curso de radio mp3
radiopablosteinberg1: curso de radio mp3: http://www.ivoox.com/curso-radio-el-guion-radio-audios-mp3_rf_1422047_1.html
miércoles, 4 de junio de 2014
revolución cubana
https://docs.google.com/presentation/d/1Cq9ySePTvWWApGcOtzElf1uiFOfqMwkUWoHVQvweZ84/edit#slide=id.g34b6f947e_00
Revolución Cubana de 1959 en imágenes
Revolución Cubana de 1959 en imágenes
martes, 3 de junio de 2014
globalizacion
Qué es Globalización:
La globalización es un conjunto de transformaciones en la orden política y económica mundial visibles desde el final del siglo XX. Es un fenómeno que ha creado puntos comunes en el ámbito económico, tecnológico, social, cultural y político, y por lo tanto convirtió al mundo en un mundo interconectado, en unaaldea global.
El proceso de globalización es la forma en que los mercados de los diferentes países interactúan y acercan a las personas a los productos. La ruptura de las fronteras generó una expansión capitalista en la que fue posible llevar a cabo transacciones financieras y expandir los negocios - hasta entonces limitados por el mercado interno - a los mercados distantes y a los mercados emergentes.
El complejo fenómeno de la globalización comenzó en la Era de los Descubrimientos y fue desarrollado a partir de la Revolución Industrial. Fue el resultado de la consolidación del capitalismo, de los principales avances tecnológicos (Revolución tecnológica) y de la necesidad de expansión del flujo comercial mundial.
Las innovaciones en las áreas de las Telecomunicaciones y de la Informática (especialmente Internet) jugaron un papel decisivo en la construcción de un mundo globalizado.
El surgimiento de bloques económicos - países que se unen para fomentar las relaciones comerciales, por ejemplo, Mercosur (en Latinoamérica) o la Unión Europea - fue el resultado de este proceso económico.
El impacto ejercido por la globalización en el mercado laboral, en el comercio internacional, en la libertad de circulación y en la calidad de vida de la población, varía la intensidad en función del nivel de desarrollo de las naciones.
domingo, 1 de junio de 2014
toyotismo flexibilización
La organización del trabajo en el neoliberalismo
Toyotismo. El sistema de organización del trabajo que corresponde a la fase neoliberal es el llamado .toyotismo., aunque en la práctica se ha ido mucho más lejos de los postulados del mismo. Este sistema se estaba utilizando en Japón en el momento de la crisis de los años 70 y se generalizó al mundo capitalista, permitiendo aumentar la productividad del trabajo. Son características del toyotismo la flexibilidad laboral y la producción tecnificada, en la que no quedan ya restos de control obrero.
.El incremento de la productividad de las empresas se basa en el microchip y en la nueva organización del trabajo en equipo (toyotismo y gestión de calidad), que permite renovar tecnológicamente los sectores productivos a lo largo de los años noventa con un incremento continuado de la productividad.. (72)
.Flexibilidad. en las relaciones laborales. .Los gastos de personal se transforman de fijos en variables, pues el volumen de trabajadores de la empresa se adapta al volumen de producción de la misma. El empleo temporal o a tiempo parcial (o, simplemente, el empleo sumergido) son característicos del mundo neoliberal..(73)
Existe una amplia gama de tipos de contratos para tareas similares, que sólo se justifican porque segmentan el mercado laboral y dividen a los trabajadores haciéndoles creer que viven situaciones distintas.
Existe una amplia gama de tipos de contratos para tareas similares, que sólo se justifican porque segmentan el mercado laboral y dividen a los trabajadores haciéndoles creer que viven situaciones distintas.
Son resultados concretos de la flexibilización laboral:
Trabajo .informal.. Es el caso extremo de la flexibilidad laboral: economía sumergida; proliferación de trabajadores .autónomos. que en realidad hacen funciones de trabajadores asalariados; y sobreexplotación de inmigrantes (sin contratos y/o salarios inferiores a los del sector). .Por un lado, se utilizan el racismo y la xenofobia como aparatos superestructurales que permiten el enfrentamiento en el seno de la propia clase, entre trabajadoras y trabajadores inmigrantes y sectores amplios de trabajadores y trabajadoras autóctonos. Por otro, las migraciones se han convertido en un elemento estabilizador de las economías en el centro (permite salvar los desfases en saldos de caja de los mecanismos estatales de seguridad social).. (77)
- Trabajo infantil. Es el caso más sangrante a que se ha llegado con la internacionalización del proceso productivo: .250 millones de niños trabajan en el mundo; de ellos, 20.000 mueren cada año a causa del trabajo que realizan (paralelamente, 140 millones de niños y niñas viven en la calle; 104 millones no van a la escuela; 10 millones son víctimas de la industria sexual; 30.000 mueren a diario a causa de enfermedades fácilmente curables).. (78)
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Division de los trabajadores en trabajadores de países ricos y trabajadores de países pobres. Con la .descomposición. del proceso productivo en varios subprocesos repartidos por todo el mundo .los trabajadores de los países capitalistas más desarrollados entran en competencia con los trabajadores de los países pobres. Por ejemplo, de 2001 a 2007 la VW redujo 7.000 puestos de trabajo y, para 2007, un plan de reducción planteaba alcanzar a 3.600 trabajadores. De esta forma, una fábrica que llegó a tener 40.000 empleados, en la década de 1980, pretende llegar a 6 o 7.000, en 2010.
- Trabajo infantil. Es el caso más sangrante a que se ha llegado con la internacionalización del proceso productivo: .250 millones de niños trabajan en el mundo; de ellos, 20.000 mueren cada año a causa del trabajo que realizan (paralelamente, 140 millones de niños y niñas viven en la calle; 104 millones no van a la escuela; 10 millones son víctimas de la industria sexual; 30.000 mueren a diario a causa de enfermedades fácilmente curables).. (78)
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Division de los trabajadores en trabajadores de países ricos y trabajadores de países pobres. Con la .descomposición. del proceso productivo en varios subprocesos repartidos por todo el mundo .los trabajadores de los países capitalistas más desarrollados entran en competencia con los trabajadores de los países pobres. Por ejemplo, de 2001 a 2007 la VW redujo 7.000 puestos de trabajo y, para 2007, un plan de reducción planteaba alcanzar a 3.600 trabajadores. De esta forma, una fábrica que llegó a tener 40.000 empleados, en la década de 1980, pretende llegar a 6 o 7.000, en 2010.
(…) Se cierran en un país empresas perfectamente rentables para establecerse en otros países con condiciones laborales más favorables para los propietarios de la empresa. La competencia ahora no sólo se da entre las empresas, sino que se ha logrado que los
trabajadores de cada país tengan que competir por un empleo con los trabajadores del mundo entero. (79)
(Apuntes teóricos para entender la crisis, Seminario Taifa, junio 2009)
trabajadores de cada país tengan que competir por un empleo con los trabajadores del mundo entero. (79)
(Apuntes teóricos para entender la crisis, Seminario Taifa, junio 2009)
División entre trabajos fijos y trabajadores temporales. .Va emergiendo una estructura dual en el mercado de trabajo: por un lado, los trabajadores calificados, que tienen empleos estables, con contratos indefinidos, con condiciones laborales y salarios decentes (muchos de ellos contratados en otras épocas) y, por otro lado, una enorme variación de trabajadores con contratos distintos, pero cuya característica general es que son de carácter temporal, sin garantías de permanencia, y la mayoría de ellos con condiciones de trabajo y salarios muy inferiores a los del primer grupo. Los trabajadores con contratos indefinidos van disminuyendo relativamente en relación al total de la fuerza de trabajo, mientras que los contratos en precario aumentan fuertemente. . (80) http://www.eumed.net/libros-gratis/2009c/599/La%20organizacion%20del%20trabajo%20en%20el%20neoliberalismo.htm
flexibilizacion laboral Arg.
Del Estado benefactor a la flexibilización laboral
Las novedades incorporadas en la legislación provincial durante el último año revelan cambios en el papel del Estado respecto del trabajo.
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"¡Son estatistas! (...) Una mentalidad que el propio Perón había descartado en 1954, cuando puso en marcha el proceso de desregulación petrolera y condenó en forma total y absoluta, por ineficientes y deficitarias, a las empresas del Estado". Discurso del ex presidente Carlos Saúl Menem, citado por Marcos Novaro en "Historia de la Argentina Contemporánea".
Entre el Día de los Trabajadores que se celebra el jueves y el que se conmemoró el año pasado, han ocurrido importantes cambios en la legislación laboral tucumana.
La Provincia lanzó una agresiva campaña contra el trabajo en negro, que incluye severas multas contra las empresas y contra las familias que no registren a sus empleados, medida aclamada por los gremios. A la vez, fomenta la radicación de call centers, a los que les subsidia el alquiler de locales y el pago del 30% de la planilla salarial durante el primer año. Esta disposición fue criticada por la oposición. Por un lado, repudió que haya duras penas contra los inversores locales y grandes facilidades para los foráneos. Por otro, advirtió que se alientan emprendimientos que promueven "contratos basura", al tiempo que sostuvieron que el mismo Estado tiene miles de empleados en condiciones precarias y sin garantía de estabilidad.
Estas novedades muestran que las funciones del Estado frente al trabajo (sintéticamente, incentivar la generación de fuentes de empleo y controlar las condiciones laborales) continúan cambiando en la Argentina y en Tucumán. No son las de los tiempos del Estado de Bienestar de mediados del siglo XX, cuando Juan Domingo Perón expandía al Estado como proveedor de los servicios públicos, al tiempo que introducía inéditas garantías laborales. Estas últimas, tal como advierte el sociólogo Héctor Caldelari, llevarían a una plena identificación entre sindicalismo y peronismo. (Ver "Un escenario...")
Tampoco el Estado se comporta como lo hizo cuando volvió la democracia. El 18 de diciembre de 1984, LA GACETA publicó un informe del Ministerio de Economía, el cual precisaba que, durante su primer año, el gobierno de Fernando Riera había incrementado la planta de personal de la administración pública en 2.064 cargos.
Fue en los 90 cuando el paradigma de la función del Estado frente al trabajo cambió. Y su transformación perdura. Como advierte el catedrático Pedro Marcos Rougés, el Estado de Derecho y el Estado Social se sintetizaron en un Estado Fiscal. (Ver "El Estado...")
La década menemista
Desregulación, privatización, flexibilización laboral, contracción del Estado y altos índices de desempleo signaron la década menemista en lo referido al trabajo. En Historia económica, política y social de la Argentina, Mario Rapoport consigna que si bien existen diversos caminos para avanzar en la competitividad, el elegido por la conducción económica de los 90 fue la reducción del costo laboral por medio de una amplia flexibilización del mercado de trabajo.
El historiador recuerda que el ex presidente Carlos Menem eligió un 17 de octubre (el de de 1990) para decretar la limitación del derecho de huelga en los servicios públicos. Y a mediados de 1991, el Gobierno decidió, mediante el decreto 1334, no homologar ningún convenio colectivo que contuviera cláusulas indexatorias. Los salarios no podían pactarse por menos de seis meses y todo incremento de salarios debía vincularse con mejoras en la productividad.
"Una de las normas más significativas en materia de flexibilización laboral fue la Ley Nacional de Empleo, cuyos objetivos eran la regulación de las situaciones laborales en lo referente al trabajo ?en negro?, la introducción de nuevas modalidades contractuales con plazos determinados y la fijación de topes indemnizatorios por despidos injustificados. Con esta reforma se establecía la contracción temporaria y la reducción de las cargas sociales con las que, según el gobierno menemista, se incentivaría a los empleadores para crear más puestos de trabajo", recuerda Rapoport. Y agrega que no debió pasar mucho tiempo para que se advirtiera que la norma no hizo aportes notorios al combate contra el desempleo y el empleo no registrado.
El contexto de los cambios
En Historia de la Argentina Contemporánea, Marcos Novaro sostiene que todos estos cambios fueron posibles porque todavía estaba presente el temor a la hiperinflación y las reformas se asociaban a la estabilización monetaria logradas por la Convertibilidad. "Los derechos afectados habían pedido valor. Ello sucedía con la estabilidad laboral en el sector público: amplios sectores, incluidos muchos desempleados, lo consideraban un privilegio injustificado", sostiene.
El propio Menem, en lo que Novaro considera una reinterpretación del Estado de Bienestar, remarcaba esa cuestión. "Hasta 1952, estábamos acostumbrados a vivir casi sin trabajar (...) gracias a la época de vacas gordas que atravesaba el país (...). (Ese año) Perón mismo vivió los rigores de la crisis (...). Durante el segundo gobierno peronista se comió pan negro (...), hacíamos cola porque había desabastecimiento (...)", afirmó.
La importancia de la función del Estado respecto del trabajo es tal que el principio del fin del trunco gobierno de la Alianza fue el escándalo por el cual se denunció que el Gobierno de Fernando de la Rúa había usado "la Banelco" para que los senadores aprobaran una profundización de la flexibilización laboral, lo que motivó la temprana renuncia del entonces vicepresidente Carlos "Chacho" Alvarez, el 6 de octubre de 2000.
Con la llegada del kirchnerismo, el Gobierno tomó otro papel en un escenario signado por la inflación y los constantes reclamos sindicales de aumentos de salarios. En febrero, el acuerdo entre la presidenta, Cristina de Kirchner, y el gremialista Hugo Moyano para que el sueldo de los camioneros se incrementara en un 19,5% sirvió como caso testigo para que las subas que reclamaran los otros sectores no superar el techo del 20%.
Pero el kirchnerismo también impulsó medidas como la derogación de la doble indemnización para despidos injustificados. Lo hizo Néstor Kirchner mediante el decreto 1224, publicado en el Boletín Oficial el 11 de setiembre de 2007.
La Nación tenía a favor factores económicos y sociales que le permitían esta clase de maniobras, advierte Novaro. La desocupación de los 90 y la debacle de 2001 habían disciplinado a asalariados y a sindicatos, además de la identificación entre el signo político del Gobierno y los gremios.
Entre el Día de los Trabajadores que se celebra el jueves y el que se conmemoró el año pasado, han ocurrido importantes cambios en la legislación laboral tucumana.
La Provincia lanzó una agresiva campaña contra el trabajo en negro, que incluye severas multas contra las empresas y contra las familias que no registren a sus empleados, medida aclamada por los gremios. A la vez, fomenta la radicación de call centers, a los que les subsidia el alquiler de locales y el pago del 30% de la planilla salarial durante el primer año. Esta disposición fue criticada por la oposición. Por un lado, repudió que haya duras penas contra los inversores locales y grandes facilidades para los foráneos. Por otro, advirtió que se alientan emprendimientos que promueven "contratos basura", al tiempo que sostuvieron que el mismo Estado tiene miles de empleados en condiciones precarias y sin garantía de estabilidad.
Estas novedades muestran que las funciones del Estado frente al trabajo (sintéticamente, incentivar la generación de fuentes de empleo y controlar las condiciones laborales) continúan cambiando en la Argentina y en Tucumán. No son las de los tiempos del Estado de Bienestar de mediados del siglo XX, cuando Juan Domingo Perón expandía al Estado como proveedor de los servicios públicos, al tiempo que introducía inéditas garantías laborales. Estas últimas, tal como advierte el sociólogo Héctor Caldelari, llevarían a una plena identificación entre sindicalismo y peronismo. (Ver "Un escenario...")
Tampoco el Estado se comporta como lo hizo cuando volvió la democracia. El 18 de diciembre de 1984, LA GACETA publicó un informe del Ministerio de Economía, el cual precisaba que, durante su primer año, el gobierno de Fernando Riera había incrementado la planta de personal de la administración pública en 2.064 cargos.
Fue en los 90 cuando el paradigma de la función del Estado frente al trabajo cambió. Y su transformación perdura. Como advierte el catedrático Pedro Marcos Rougés, el Estado de Derecho y el Estado Social se sintetizaron en un Estado Fiscal. (Ver "El Estado...")
La década menemista
Desregulación, privatización, flexibilización laboral, contracción del Estado y altos índices de desempleo signaron la década menemista en lo referido al trabajo. En Historia económica, política y social de la Argentina, Mario Rapoport consigna que si bien existen diversos caminos para avanzar en la competitividad, el elegido por la conducción económica de los 90 fue la reducción del costo laboral por medio de una amplia flexibilización del mercado de trabajo.
El historiador recuerda que el ex presidente Carlos Menem eligió un 17 de octubre (el de de 1990) para decretar la limitación del derecho de huelga en los servicios públicos. Y a mediados de 1991, el Gobierno decidió, mediante el decreto 1334, no homologar ningún convenio colectivo que contuviera cláusulas indexatorias. Los salarios no podían pactarse por menos de seis meses y todo incremento de salarios debía vincularse con mejoras en la productividad.
"Una de las normas más significativas en materia de flexibilización laboral fue la Ley Nacional de Empleo, cuyos objetivos eran la regulación de las situaciones laborales en lo referente al trabajo ?en negro?, la introducción de nuevas modalidades contractuales con plazos determinados y la fijación de topes indemnizatorios por despidos injustificados. Con esta reforma se establecía la contracción temporaria y la reducción de las cargas sociales con las que, según el gobierno menemista, se incentivaría a los empleadores para crear más puestos de trabajo", recuerda Rapoport. Y agrega que no debió pasar mucho tiempo para que se advirtiera que la norma no hizo aportes notorios al combate contra el desempleo y el empleo no registrado.
El contexto de los cambios
En Historia de la Argentina Contemporánea, Marcos Novaro sostiene que todos estos cambios fueron posibles porque todavía estaba presente el temor a la hiperinflación y las reformas se asociaban a la estabilización monetaria logradas por la Convertibilidad. "Los derechos afectados habían pedido valor. Ello sucedía con la estabilidad laboral en el sector público: amplios sectores, incluidos muchos desempleados, lo consideraban un privilegio injustificado", sostiene.
El propio Menem, en lo que Novaro considera una reinterpretación del Estado de Bienestar, remarcaba esa cuestión. "Hasta 1952, estábamos acostumbrados a vivir casi sin trabajar (...) gracias a la época de vacas gordas que atravesaba el país (...). (Ese año) Perón mismo vivió los rigores de la crisis (...). Durante el segundo gobierno peronista se comió pan negro (...), hacíamos cola porque había desabastecimiento (...)", afirmó.
La importancia de la función del Estado respecto del trabajo es tal que el principio del fin del trunco gobierno de la Alianza fue el escándalo por el cual se denunció que el Gobierno de Fernando de la Rúa había usado "la Banelco" para que los senadores aprobaran una profundización de la flexibilización laboral, lo que motivó la temprana renuncia del entonces vicepresidente Carlos "Chacho" Alvarez, el 6 de octubre de 2000.
Con la llegada del kirchnerismo, el Gobierno tomó otro papel en un escenario signado por la inflación y los constantes reclamos sindicales de aumentos de salarios. En febrero, el acuerdo entre la presidenta, Cristina de Kirchner, y el gremialista Hugo Moyano para que el sueldo de los camioneros se incrementara en un 19,5% sirvió como caso testigo para que las subas que reclamaran los otros sectores no superar el techo del 20%.
Pero el kirchnerismo también impulsó medidas como la derogación de la doble indemnización para despidos injustificados. Lo hizo Néstor Kirchner mediante el decreto 1224, publicado en el Boletín Oficial el 11 de setiembre de 2007.
La Nación tenía a favor factores económicos y sociales que le permitían esta clase de maniobras, advierte Novaro. La desocupación de los 90 y la debacle de 2001 habían disciplinado a asalariados y a sindicatos, además de la identificación entre el signo político del Gobierno y los gremios.
El Día de los Trabajadores fue instituido en memoria de cuatro líderes anarquistas ejecutados en 1887, acusados sin pruebas de ser los responsables de detonar una bomba que mató a varios policías durante una huelga realizada en mayo del año anterior. La medida de fuerza se llevaba adelante porque el 17 de octubre de 1884, la Federación Estadounidense del Trabajo había fijado que a partir del 1 de mayo de 1886 debía reducirse la jornada laboral a ocho horas. Y había resuelto que iría al paro si las patronales no lo aceptabanhttp://www.lagaceta.com.ar/nota/269213/Politica/Del_Estado_benefactor_flexibilizacion_laboral.html
La Iniciativa de Defensa Estratégica
La Iniciativa de Defensa Estratégica ("Guerra de las Galaxias") El presidente Reagan lanzó la IDE en un discurso televisado el 23 de marzo de 1983 | ||
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neoconservadores
Neoconservadurismo
El neoconservadurismo es una ideología marcada por los objetivos políticos e ideas de los "nuevos conservadores", originada enEstados Unidos, para luego influenciar en países como Reino Unido, República Checa, Japón, entre otros. La novedad respecto al clásicoconservadurismo consiste en que es una nueva oleada del pensamiento y organización política conservadora.1 Se le considera como un movimiento político surgido como reacción a las ideas de la contracultura de izquierda de la década de 1960. El neoconservadurismodefiende el individualismo, el mercado libre y la promoción asertiva de la democracia y los intereses internacionales de los Estados Unidos-o de cada estado en concreto- incluso por la vía militar. La palabra neoconservador (a veces abreviada a "neocon") fue en sus inicios utilizada para describir a los intelectuales comunistas americanos que eran críticos con la ideología soviética. Desde la década de los 30 hasta principios de los 50, muchos conservadores eran acérrimos no-intervencionistas y la Old Right estuvo comprometida con el concepto del anti-imperialismo hasta finales de los 60, cuando los neoconservadores empezaron a apoyar el intervencionismo contra la URSS.http://es.wikipedia.org/wiki/Neoconservadurismo.
Neoconservadurismo
- Neoconservadurismo
- El neoconservadurismo es una ideología marcada por los objetivos políticos e ideas de los "nuevos conservadores" en Estados Unidos. La novedad respecto al clásicoconservadurismo estadounidense consiste en que es una nueva oleada del pensamiento y organización política conservadora.[1] Se le considera como un movimiento político surgido como reacción al liberalismo y a las ideas de la contracultura de izquierda de la década de 1960.[2]
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